El ingrediente clave de este compuesto bautizado como inulina-propionato de etilo (IPE) -que ha funcionado en humanos- es el propionato, una sustancia que estimula el intestino para liberar hormonas que actúan sobre nuestro cerebro y sintamos la sensación de que estamos saciados y no tenemos más hambre, lo que podría ayudar a la pérdida de peso para combatir enfermedades tan extendidas como la obesidad y el sobrepeso.
Los científicos experimentaron primero con animales y más tarde con seres humanos. En el segundo experimento contaron con 20 participantes. A la mitad de ellos se les dio IPE y a la otra mitad inulina (una fibra dietética), siendo invitados a continuación a un buffet libre. Los resultados indicaron que los que tomaron IPE, el nuevo compuesto, comieron un 14% de media en comparación con los demás participantes, teniendo además un número mayor de hormonas de reducción del apetito en su sangre.
El experimento se repitió con personas con soprepeso y duró 6 meses. En este caso fueron 60 los participantes a los que al primer grupo se les dio IPE en forma de polvo para añadir a la comida, y al segundo grupo inulina, como en el anterior experimento. Pasadas las 24 semanas, el grupo de voluntarios que había tomado IPE tenía menos grasa en el abdomen y el hígado en comparación con el otro grupo.
La diferencia al añadir este nuevo ingrediente a las comidas es que facilita cantidades mucho mayores de propionato al organismo de las que se pueden adquirir con una dieta normal: “Este estudio muestra signos alentadores de que complementar la dieta con el ingrediente que hemos desarrollado evita el aumento de peso en personas con sobrepeso. Estamos explorando a qué tipo de alimentos se podría añadir, pero algo así como pan o batidos de fruta podría funcionar bien”, explica Gary Frost, líder del estudio.
Fuente: Muy interesante
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